Los contratos mercantiles son unas herramientas muy interesantes para las empresas. Se trata de contratos diferentes a los laborales. A continuación te contamos qué es un contrato mercantil y presentamos sus características concretas, sus ventajas y todos sus datos de la mano de nuestros mejores expertos. Sigue leyendo para conocer a la perfección qué es y cuáles son las ventajas principales de firmar un contrato mercantil.
Qué es un contrato mercantil: conceptos básicos
A primera vista puede parecerte que un contrato laboral y un contrato mercantil son iguales pero no es del todo cierto. Si bien en los dos contratos habrá un acuerdo mutuo y voluntario entre dos partes dónde una de las partes se compromete a pagar a la otra por sus servicios, la diferencia entre ambos contratos radica en que en el mercantil el trabajador actúa por cuenta propia o es independiente. En cambio en el contrato laboral es el empresario quien contrata al trabajador, que actuará bajo sus directrices y dependiendo en gran medida de él.
Un contrato mercantil por tanto se basa en la constitución de un acuerdo entre personas físicas o personas jurídicas que participarán en igualdad de condiciones (aunque esto puede tener matices según el caso). Mientras tanto, en un contrato laboral un trabajador tendrá que responder a las órdenes del empresario.
Para trabajar por cuenta propia y formar una empresa lo mejor es hacerse autónomo, aunque tendrás más riesgos que las sociedades, con lo que resulta importante revisar cuál será la forma jurídica que más te va a interesar en cada caso. Si decides trabajar por cuenta propia y constituirte como empresa, la forma más rápida, sencilla y económica es darte de alta como autónomo, aunque conlleva una serie de riesgos que las sociedades no tienen. Estudia bien qué tipo de forma jurídica te conviene.
Principales características de los contratos mercantiles
Los contratos mercantiles pueden ser verbales o escritos, pero para que tengan validez deben cumplir algunas características a nivel general. En primer lugar resulta fundamental que ambas partes que van a signar el contrato cuenten con la capacidad legal para poder ejercer todos sus derechos por ellas mismas.
Además resulta básico que las dos partes implicadas en el contrato mercantil den su propio consentimiento, siempre sin presiones y sin vicios de ningún tipo. Por otro lado reseñamos también la importancia de que el servicio u objeto de contrato sea totalmente lícito y no llegue a quebrantar ningún tipo de legalidad vigente para poder llevarlo hasta el final.
Elementos que debe contener todo contrato mercantil
Un contrato mercantil debe incluir algunos contenidos y elementos básicos. Primero que nada se deben incluir todos los datos de las personas físicas o jurídicas que van a signarlo. Estos datos serán las denominaciones, el NIF y el domicilio, tanto de las empresas como también de los representantes que van a encargarse de firmar dicho acuerdo.
Por otro lado es clave incluir el motivo, servicio y objeto del contrato. Es decir, el “por qué” se va a firmar ese acuerdo. También es básico incluir por cuánto tiempo se va a firmar el contrato. En estos casos se suele incluir la fecha de inicio y también la fecha final.
Asimismo, en los contratos mercantiles se incluyen también normalmente las obligaciones de ambas partes. Esto quiere decir que se suelen añadir las condiciones que cada parte firma que va a cumplir. En este caso se especifica también cuáles serían las consecuencias de no cumplir por cada una de las partes. Otro de los puntos que se suele especificar en el contrato mercantil es la jornada de trabajo. Si una empresa tiene libertad de horario debe especificarse también. Lo mismo sucede si la empresa debe llevar a cabo sus servicios dentro de un horario específico.
Por último es fundamental también especificar la forma de pago. El precio total que vamos a pagar o recibir por el servicio, siempre indicando si éste incluye los impuestos que le corresponden, cómo se va a pagar el servicio y cuáles van a ser sus plazos de ejecución.
Tipos de contratos mercantiles
A nivel laboral existen contratos muy diferentes y lo mismo sucede con los contratos mercantiles. Puedes encontrar opciones distintas en el mercado con características y requisitos muy variados.
En primer lugar tenemos los contratos de colaboración. Este tipo de contratos hacen referencia a los acuerdos colaborativos en los que mientras una parte firma el compromiso de hacer una actividad laboral para otra buscando unos resultados concretos, la otra se compromete a remunerar sus servicios. En este espacio podemos incluir por ejemplo los contratos de agencia, los contratos de comisión, los contratos de edición y los contratos de franquicia.
Por otro lado tenemos los contratos de custodia o contratos de conservación. Estos contratos pueden ser variados, como por ejemplo el contrato de depósito. Se basan en que es el depositante el que entrega uno o varios artículos al depositario y éste tendrá la obligación de custodiar y guardar toda la mercancía depositada por una contribución establecida en el contrato. Encontramos también dentro de los contratos mercantiles los contratos de garantía. Se trata de un tipo de contratos que incorporan los contratos de fianza, de prenda y de hipoteca.
Los contratos de cambio son también de los más comunes. Están caracterizados simplemente por intercambiar bienes y servicios a cambio de otros bienes o por la prestación de un servicio. Se trata por ejemplo de los contratos de permuta, los contratos por obra, los contratos de compraventa, los contratos de suministro y los contratos de transporte.
Los otros tipos de contratos que existen son los de préstamos y crédito y los de seguro. Los primeros suelen hacerlos las entidades bancarias y ofrecen una prestación, siempre a cambio de una devolución con intereses. Por su parte los contratos de seguro se basan en un convenio con una aseguradora en contraprestación de unas cuotas. De esta forma se cubre a la parte asegurada de determinados riesgos.
Principales ventajas del contrato mercantil
En lo referente a las ventajas principales con las que cuenta un contrato mercantil para las empresas contratadas cabe reseñar que de esta manera es posible “convertirnos en nuestros propios jefes”, también es la mejor alternativa para flexibilizar al máximo tus horarios y generar un mayor número de ingresos. De esta manera también es posible conseguir el éxito profesional y adquirir una satisfacción personal mucho más grande al convertirte en emprendedor y controlar tu propia vida.
Para las empresas contratantes también hay beneficios. Estas empresas no tendrán que pagar a los trabajadores la Seguridad Social ni el IRPF. Además conseguirán evitar el tener que pagar también algunas vacaciones, bajas laborales, finiquitos, indemnizaciones, etc.
